sábado, 23 de enero de 2016


El enfoque en la solución y no en el problema.

En medio de lo que el meteorólogo en la televisión describía como “una seria sequía,” nuestra amiga Esther iba caminando por uno de los senderos de su propiedad en Texas Hill Country, advirtiendo la sequedad de la hierba y sintiendo mucha preocupación por el Bienestar de los bellos árboles y arbustos que comenzaban a mostrar señales de estrés ante la falta de lluvia.
Advirtió que la pileta de los pájaros estaba vacía a pesar de que ella la había llenado con agua apenas unas pocas horas antes, y luego pensó en el sediento venado que probablemente había saltado la valla para tomar el poco de agua que la pileta contenía.
Y así iba pensando en lo funesto de la situación, cuando se detuvo, miró hacia el cielo, y en una voz muy positiva, con palabras que sonaban muy positivas, dijo: “Abraham, deseo un poco de lluvia”
Y le respondimos de inmediato:
“¿De verdad crees que desde esa posición de carencia, vas a recibir algo de lluvia?”
“¿Qué estoy haciendo mal?” respondió.
Le preguntamos:
“¿Por qué deseas la lluvia?”
Esther respondió:
“La quiero para que refresque la tierra.
La quiero porque le proporciona agua a todas las criaturas en los arbustos, para que puedan tener suficiente para beber.
La quiero porque hace que la hierba reverdezca, y porque se siente bien en mi piel, y nos hace sentirnos mejor a todos.”
Y dijimos: “Ahora estás atrayendo la lluvia.”
Nuestra pregunta “¿Por qué deseas la lluvia?” ayudó a Esther a alejar su atención del problema y a girar su atención hacia la solución.
Cuando consideran por qué desean algo, por lo general su vibración cambia o gira hacia la dirección de su deseo.
Cuando consideran cómo ocurrirá, o cuándo, o quién la atraerá, su vibración por lo general gira de regreso hacia el problema.
Verán, en el proceso de atraer su atención hacia lo que estaba mal - preguntándole por qué deseaba la lluvia - ella logró dar un giro.
Comenzó a pensar no solamente en lo que deseaba, sino en por qué lo deseaba; y en el proceso, comenzó a sentirse bien.
Esa tarde llovió, y esa noche el meteorólogo reportó “una tormenta aislada e inusual en Hill Country.”
Sus pensamientos son poderosos, y ustedes tienen mucho más control sobre sus experiencias de lo que la mayoría se imagina.

El Dinero y la Ley de Atracción.
Como aprender a atraer Prosperidad, Salud y Felicidad.
Abraham.

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