miércoles, 17 de febrero de 2016


Un ejercicio que te ayudará en la Creación Deliberada. 

Este ejercicio te ayudará en la Creación Deliberada:
Coge una hoja de papel y escribe al principio del anverso y el reverso lo que quieres. 
Ahora vuelve al anverso y debajo de lo que has anotado, escribe: 
«Éstas son las razones por las que quiero esto...»
Escribe lo primero que te venga a la cabeza, lo que te fluya; no lo fuerces.
Y cuando no se te ocurra nada más, es que de momento ya has terminado.
Ahora gira la hoja y escribe al principio del reverso:
«Éstas son las razones por las que creo que tendré esto...»
Una cara de la hoja ensalza lo que quieres (la primera parte de la ecuación de la Creación Deliberada).
La segunda cara ensalza tu creencia de que lo conseguirás (la segunda parte de la ecuación).
Y ahora que te has enfocado en lo que quieres y que has activado la vibración de ambas partes de la ecuación, estás preparado para recibir la manifestación de tu deseo, pues has cumplido con ambos aspectos del Proceso Creativo.
Lo único que hace falta es que lo quieras —y que sigas esperándolo hasta que lo tengas— y será tuyo.
No existe límite para las cosas que puedes crear simultáneamente, pues no es difícil tener un deseo y al mismo tiempo la expectativa de conseguirlo.
Pero al principio, cuando todavía estás aprendiendo a enfocarte en tus pensamientos, te será útil concentrarte deliberadamente en sólo dos o tres deseos a la vez, pues cuanto más larga sea la lista de cosas, mayor será el potencial de duda al comprobar todo lo que todavía no has conseguido.
Cuanto más juegas a este juego, más hábil eres en enfocar tus pensamientos y, al final, no habrá razón para que limites tu lista.
Antes de que puedas experimentar algo en tu vida física, primero has de pensarlo.
Tu pensamiento es la invitación, y sin ella, no llegará lo que deseas.
Te estamos animando a que decidas intencionadamente lo que deseas, y luego que pienses intencionadamente en todas las cosas que quieres, a la vez que no piensas intencionadamente en lo que no quieres.
Al sugerirte esto, te animamos a que dediques un tiempo cada día a sentarte y a reagrupar intencionadamente tus pensamientos en una especie de visión de lo que quieres experimentar en tu vida, y nos estamos refiriendo al Taller de la Creación Deliberada.
A medida que avanzas en tu experiencia diaria, te planteas la intención de observar más cosas que te gustan:
Hoy, independientemente de lo que haga y de con quién esté, mi principal intención es buscar cosas que me gustan.
Al recoger de forma deliberada estos datos tendrás los recursos que necesitas para crear con eficacia en tu Taller Creativo.

La Ley de Atracción.
Conceptos básicos de las Enseñanzas de Abraham.
Abraham.

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