viernes, 17 de julio de 2015


PARTE III LA CIENCIA DE LA CREACIÓN DELIBERADA®

La Ciencia de la Creación Deliberada: definición.

Jerry: Abraham, habéis hablado de la Creación Deliberada. 
¿Podríais explicarnos cuál es su valor y aclararnos lo que queréis decir por Creación Deliberada?

Abraham: Lo hemos denominado la Ciencia de la Creación Deliberada porque suponemos que queréis crear intencionadamente.
Pero en realidad es mejor llamarla Ley de la Creación, pues actúa tanto si piensas en lo que deseas como en lo que no deseas.
La Ley de la Creación se pone a trabajar en lo que estás pensando, en lo deseado o en lo no deseado (la dirección de tu pensamiento es cosa tuya).
Desde la perspectiva física, esta ecuación de la creación tiene dos partes importantes: el lanzamiento del pensamiento y su expectativa, es decir, el deseo de la creación y su permisión.
Desde nuestra perspectiva No-Física, experimentamos ambas partes de esa ecuación simultáneamente, pues no hay ningún espacio entre lo que deseamos y lo que esperamos conseguir en su totalidad.
La mayor parte de los humanos no son conscientes del poder de sus pensamientos, de la naturaleza vibratoria de su Ser o de la poderosa Ley de la Atracción, de modo que buscan la acción para hacer que las cosas sucedan.
Aunque estamos de acuerdo en que la acción es un componente importante en el mundo físico al que dirigís vuestra atención, vuestra experiencia física no la creáis a través de vuestra acción.
Cuando comprendéis el poder del pensamiento y practicáis vuestra ofrenda deliberada del mismo, descubrís la poderosa fuerza (en crear) que procede sólo del deseo y permisión.
Cuando preparáis o anticipáis de forma positiva vuestros pensamientos, la cantidad de acción requerida es mucho menor y la acción más satisfactoria.
Si no dedicáis tiempo a sintonizar vuestros pensamientos, necesitaréis más acción y obtendréis menos resultados satisfactorios.
Vuestros hospitales están repletos de personas que están actuando para compensar los pensamientos inapropiados.
No crearon sus enfermedades a propósito, pero es cierto que las crearon —a través de sus pensamientos y expectativas— y luego han tenido que ir al hospital para curarse con la acción física.
También vemos a muchas personas que pasan sus días intercambiando sus acciones por dinero, porque el dinero es esencial para la libertad en esta sociedad.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, esas acciones no surgen de la felicidad.
Son un intento de compensar un pensamiento mal sintonizado.
La acción deliberada es una parte de las delicias de este mundo físico en que vivís.
Pero no pretendíais realizar vuestra creación a través de la acción física, sino que se suponía que vuestro cuerpo era para disfrutar de lo que habíais creado con el pensamiento.
Cuando preparáis vuestro pensamiento con antelación, sintiendo una emoción positiva, ponéis en marcha vuestra creación, y cuando atravesáis el espacio y el tiempo hacia esa manifestación futura, con la expectativa de que estará allí, entonces, desde esa gozosa creación que habéis lanzado al futuro, tenéis la inspiración que os conduce a actuar desde la felicidad.
Os podemos asegurar que actuar en el presente sin hacerlo desde la alegría no os conduce a un final feliz.
Es imposible, va en contra de la Ley.
En lugar de estar tan preparados para pasar a la acción para conseguir las cosas que deseáis, os aconsejamos que las penséis para que sean; vedlas, visualizadlas, esperadlas y serán.
De ese modo seréis guiados, inspirados o conducidos a la acción perfecta que atraerá el proceso que os llevará a lo que estáis buscando... y hay una gran diferencia entre lo que os hemos dicho y lo que hacen la mayor parte de los humanos.

La Ley de Atracción.
Conceptos básicos de las Enseñanzas de Abraham.
Abraham.

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