A menos que seas capaz de corregir tu estado de atención crónico a las tareas domésticas que todavía no se han hecho y a la falta de colaboración de los miembros de tu familia, nunca podrás conseguir que cooperen de buen grado. 
Has de abandonar la lucha y concentrarte en el resultado final que estás buscando. 
Has de encontrar el sentimiento-lugar de un hogar donde reine la cooperación, el orden y el buen ambiente antes de inspirar esa conducta en los demás.
Las personas que hay en tu vida siempre te darán justamente lo que esperas.
Siempre, sin excepción.
Muchas personas nos dicen que sus expectativas negativas nacieron de observar las conductas negativas, y no al revés.
«No esperaba que mi hijo se negara a sacar la basura hasta que empezó a negarse sistemáticamente.»
Puedes encontrarte en un bucle interminable donde tu explicación sea que estás negativo por la conducta negativa de otra persona.
Pero, si por el contrario controlas tus emociones y piensas en algo mejor porque eso te ayuda, te darás cuenta de que independientemente de cómo empezara esa tendencia negativa, puedes darle la vuelta.
No puedes controlar lo que hace otra persona con su vibración (o con sus acciones), pero tienes el control completo de tus pensamientos.
Vibraciones, emociones y punto de atracción.

El Vórtice.
La ley de la atracción en nuestras relaciones.
Abraham.