martes, 26 de mayo de 2015


Te guste o no, obtienes aquello en lo que piensas.

Según la poderosa Ley de Atracción, atraes hacia ti la esencia de lo que ocupa predominantemente tu pensamiento.
De modo que si piensas sobre todo en las cosas que deseas, tu experiencia vital reflejará esas cosas. 
Por el contrario, si piensas ante todo en lo que no deseas, tu experiencia vital reflejará esas cosas.

Pienses lo que pienses, es como planificar un acontecimiento futuro.
Cuando valoras algo, lo planificas.
Cuando algo te preocupa, lo planificas. (Preocuparse es utilizar tu imaginación para crear algo que no deseas.)
Cada pensamiento, cada idea, cada Ser, cada objeto… todo es vibratorio, de forma que cuando centras tu atención en algo, siquiera durante un breve espacio de tiempo, la vibración de tu Ser comienza a reflejar la vibración de aquello a lo que prestas atención.
Cuanto más piensas en ello, más vibras como ello; cuando más vibras como ello, más atraes a aquello que se corresponde con tu vibración.
Esa tendencia en materia de atracción aumenta hasta que ofreces una vibración distinta.
Y cuando ofreces una vibración distinta, las cosas que coinciden con esa vibración son atraídas hacia ti, por ti.

Cuando comprendes la Ley de Atracción deja de sorprenderte lo que ocurre en tu experiencia, pues entiendes que eres tú quien lo ha propiciado, a través del proceso de tu pensamiento.
No puede ocurrir nada en tu experiencia vital que tú no hayas propiciado a través de tu pensamiento.

Puesto que no existen excepciones a la poderosa Ley de Atracción, resulta sencillo comprenderla.
Y cuando comprendas que consigues aquello en lo que piensas y, lo que no es menos importante, cuando seas consciente de lo que piensas, podrás ejercer un control absoluto sobre tu propia experiencia.

Pedid Que Ya Se Os Ha Dado.
Como aprender a manifestar sus deseos.
Abraham.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.